Adiós al peor mayo bursátil

Los mercados han dado carpetazo a un pésimo mes, que en el caso de la bolsa española ha sido el peor mayo de su historia y el mes más bajista desde el colapso de Lehman Brothers, en octubre de 2008.

El Ibex encajó ayer relativamente bien la rebaja del ráting de España por Fitch (cayó un 0,7%), fruto de la menor actividad inversora provocada por los cierres festivos de Wall Street y de Londres, y de que la noticia ya estaba, probablemente, descontada en parte (habrá que ver hasta qué punto).

Pese a ello, su contador arroja un saldo preocupante: pérdida del 10,79% en el mes –el doble que el resto de plazas europeas– y del 21,6% en lo que va de año. El fuerte castigo recibido por el indicador español deja patente la desconfianza que la economía española suscita entre los inversores.

Esta aprensión encuentra también reflejo en la presión al alza sobre la prima de riesgo de la deuda pública (el diferencial con el bono alemán ronda los 160 puntos básicos, muy cerca de máximos) y en la fragilidad del euro, que acumula una caída superior al 14% este ejercicio.

Todo apunta a que la incertidumbre seguirá marcando la trayectoria del Ibex en las próximas semanas, al menos en tanto los inversores no observen avances en aspectos esenciales como las medidas de ajuste del gasto aprobadas por el Gobierno, la reorganización del sistema financiero o la reforma del mercado laboral. Hasta entonces, España seguirá bajo la exigente y escéptica lupa de los mercados.

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