El sector tecnológico afianza a Wall Street en una sesión volátil

Los mercados de Estados Unidos iniciaban sesión y semana en verde, pero era sólo un espejismo, después de que el pasado viernes las fuertes pérdidas se adueñaran de Wall Street, que registró su tercera peor sesión en lo que va de año, en parte por el decepcionante dato del paro (por debajo de las expectativas de los analistas), y en parte por la debilidad del euro, sumada a las preocupaciones sobre la deuda soberana europea, después de que se conociera que la economía húngara se encuentra en una "grave situación" y podría ser la siguiente 'Grecia'.

Pero minutos después de la apertura, la bolsa de Nueva York volvía apreocuparse por el euro -que se sitúa en el nivel de los 1,19 dólares- y por la recuperación económica, lastrado por las tecnológicas, y así, el Dow Jones de Industriales ha cerrado con una caída del 1,1%, el más amplio standard & Poor's ha perdido un 1,3% y el tecnológico Nasdaq un 2,04%, después de una jornada en la que los inversores se han debatido entre el ánimo vendedor y el comprador.

Con todo, los analistas ya vaticinaban que aún permanecía el impacto de las fuertes pérdidas de la pasada semana, dentro de un ambiente de aversión al riesgo, y todavía existía un 'efecto resaca' en la mente de los inversores. Y es que Hungría se convirtió el pasado viernes en el último país en aplicar más presión al euro, enviando a la moneda única a mínimos de cuatro años. Los funcionarios del país europeo habían irritado a los mercados con las advertencias de que la nación se encontraba al borde del incumplimiento de los estándares de la UE, tal y como le sucedió a Grecia. Ya durante el fin de semana, trataron del calmar las preocupaciones, afirmando que el país alcanzaría su objetivo de reducir el déficit.

La situación ha servido para poner de relieve las preocupaciones existentes sobre la exposición de los bancos europeos a Hungría y para añadir tensiones en torno a los problemas de la deuda soberana en el Viejo Continente

En cualquier caso, la subida de los pedidos industriales en Alemania, así como las cifras macroeconómicas que esperan los inversores hacían rebotar a Wall Street en los primeros minutos, pero el optimismo se traducía rápidamente en ventas.

Una de las compañías que ha experimentado ese mismo sentimiento ha sido BP, que se encuentra en el centro de atención de los mercados tras afirmar que el tapón instalado la pasada semana sobre una parte de la fuga de crudo en el Golfo de México continúa funcionando correctamente. Las acciones de la petrolera, que subían las primeras horas de la sesión, han caído un 1,08% al cierre.

Por su parte, Bank of America ha liderado las pérdidas con un 3,39%, después de saberse que aceptó pagar 108 millones de dólares para que la Comisión Federal de Comercio retire los cargos que habían presentado cintra Countrywide, de la que es propietaria desde hace dos años.

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