Reino Unido: David Cameron, preparó hoy a sus conciudadanos para una serie de recortes

El primer ministro británico, David Cameron, preparó hoy a sus conciudadanos para una serie de recortes que, según dijo, afectarán sustancialmente a su "modo de vida", tras anunciar que el déficit público del Reino es "peor de lo estimado".

En un discurso durante una visita a Milton Keynes, a las afueras de Londres, Cameron avisó de que esos recortes, que se centrarán sobre todo en el sector público, serán "inevitablemente duros", pero que la inacción sería todavía peor.

Si no se interviene ahora, insistió, en cinco años los intereses sobre la deuda podrían ascender a 70.000 millones de libras (85.000 millones de euros), más de lo que se invierte actualmente en escuelas, transporte y en atajar el cambio climático.

Preguntado por los periodistas, el jefe del Gobierno de coalición, que estuvo acompañado por el responsable del Tesoro, el liberaldemócrata Danny Alexander, admitió que seguramente habrá que bajar salarios, pensiones y subsidios sociales.

Sin embargo, Cameron, que no precisó cifras, se comprometió a efectuar esos recortes -destinados a reducir un déficit que se eleva a 156.000 millones de libras (177.840 millones de euros)- de manera que no perjudiquen "a aquellos a los que debemos ayudar más" ni de forma que "dividan al país".

Pese a su esfuerzo para convencer de su intención de hacer los recortes de forma justa, los sindicatos criticaron la falta de medidas para el sector financiero, al que responsabilizan del mal estado de la economía británica.

"No ha habido nada en su discurso que haya dicho a los ricos, al sector bancario y financiero o a los especuladores de la 'City' que su privilegiado modo de vida va a cambiar", denunció el secretario general de Unison (sindicato del sector público), David Prentis.

Su colega del sindicato de servicios comerciales y públicos, Hugh Lanning, acusó a Cameron de "intentar pintar al sector público como el problema. Pero la deuda no fue causada por el sector público, sino por los bancos y la crisis financiera, y querríamos ver que ellos también soportan un poco del dolor, no sólo nosotros".

En su intervención, Cameron insistió en que el estado de las cuentas era "el legado" del Gobierno laborista (1997-2010), al que acusó de engrosar el sector publico en detrimento del privado.

Acusó a la anterior administración de haber "desequilibrado" la economía y concentrado los bienes del país en "unas pocas industrias selectas", basando el crecimiento económico en pilares insostenibles a largo plazo, como los servicios financieros, la inmigración y el gasto público.

A este ataque, el ex ministro de Economía, el laborista Alistair Darling, respondió que los conservadores estaban utilizando la excusa del déficit para efectuar los recortes que "siempre habían querido hacer".

"No hay nada nuevo ahora que no se anunciara en mi último presupuesto del mes de marzo. Pretender que ha abierto los libros y ha encontrado las cosas peor de lo que esperaba es una tontería", declaró Darling a la BBC.

Cameron argumentó en su intervención que hay que actuar con decisión, porque los mercados internacionales están pendientes de lo que hacen para controlar sus finanzas los Gobiernos que hace 18 meses rescataron a sus bancos, e insistió en que no hacerlo puede llevar a una subida de los tipos de interés y a que el dinero de los impuestos deba destinarse exclusivamente a enjugar deuda.

Las medidas de ahorro previstas tendrán "enormes consecuencias", reconoció, y admitió que no hay margen para el error: "Quiero que este Gobierno lleve a cabo el inevitable plan de reducción del déficit de un modo que refuerce y una al país", declaró.

Cameron evitó precisar dónde se practicarán concretamente los recortes, al señalar que existe un "proceso" para determinar esos detalles que empezará con la presentación de un presupuesto de "emergencia" el 22 de junio, cuyos ejes adelantará mañana el ministro de Economía, George Osborne.

El 24 de mayo, Osborne ya dio a conocer un plan de ajuste del gasto público para reducir en 6.250 millones de libras el déficit del Estado, que afectará especialmente al área de informática del Gobierno, las dietas de los funcionarios públicos, las ayudas financieras a los recién nacidos y la contratación de asesores externos.

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